Recibió cinco disparos y es el cuarto chofer asesinado en un mes. Ocurrió en la zona sur de la ciudad.
Otro taxista fue asesinado ayer miércoles por la noche en la zona sur de Rosario. La víctima fue Diego Alejandro Celentano, de 32 años, quien recibió cinco disparos en Alvear y Garmendia, en un sector conocido como “la mandarina”. Tras matarlo, los hampones dejaron una enigmática zapatilla junto a su Volkswagen Voyage. El crimen hace sonar aún más fuerte las alarmas: otro chofer, Héctor Figueroa, fue asesinado por sicarios en otra emboscada en la noche del martes en la misma zona, con un ataque de nueve tiros.
El caso es investigado por el fiscal Patricio Saldutti, que también interviene en el expediente para esclarecer el homicidio de Figueroa.
Con el caso de Celentano, ya son cuatro choferes asesinados en Rosario en lo que va del mes, en medio de la extrema tensión entre el mundo del hampa y el gobierno de Maximiliano Pullaro, que endurece la situación de los presos de alto perfil en penales provinciales con requisas al estilo Bukele.
Los dos asesinatos de taxistas ocurrieron a la misma hora: a las 23. En ambos casos, testigos vieron salir corriendo de la escena a dos sospechosos y se presume que no hubo un robo previo. Y al lado de los vehículos de las víctimas se incautó una zapatilla, el martes por la noche fue una DC blanca, y este miércoles fue una Nike negra. Además, las vainas servidas calibre 9 milímetros halladas en los dos lugares llevan la inscripción “PSF” en la culata metálica de los cartuchos, que indican que pertenecen a la Policía de Santa Fe.
Celentano murió como consecuencia de múltiples disparos de arma de fuego. El cuerpo fue hallado en el asiento delantero con el vehículo en marcha. Tras el crimen, distintos grupos de taxistas cortaron la calle frente al casino City Center -el inicio de la autopista Rosario-Buenos Aires-, la terminal de ómnibus Mariano Moreno y la sede de Gobernación.
“Ahora tenemos miedo. ¿Quién va a salir a trabajar después de esto? Están dejando un mensaje. No roban y dan disparos. Es la misma modalidad. Queremos saber quiénes están detrás y para quién es”, expresó a Radio 2 Sergio Granata, autoridad del Sindicato de Peones de Taxis.
Este miércoles, después del asesinato de Héctor Figueroa, las cámaras de taxistas se reunieron con el ministro de Seguridad Pablo Cococcioni y al salir del encuentro sugirieron que el ataque podría haber sido un mensaje de los presos que el martes pasado fueron exhibidos por el gobierno provincial dentro de la cárcel de Piñero al “estilo Bukele”.
Entre el 13 de febrero y este miércoles, en Rosario mataron a cuatro taxistas, tres de ellos mientras estaban en servicio. Y en ninguno de los casos hubo robo previo al ataque.
El 13 de febrero pasado, el conductor José Luis Assale (63) trasladó al pasajero Carlos Uriel Acosta (22) desde la ciudad de San Lorenzo hasta Necochea y Doctor Riva, en barrio Tablada de Rosario. Cuando frenó su auto, un Fiat Siena, aparecieron sicarios que realizaron diez disparos que causaron la muerte de ambos.
El 16 de febrero, Juan Manuel Britos limpiaba su coche en la puerta de su casa, en Villa Banana. Dos gatilleros en moto le dieron 29 tiros que impactaron en las piernas, en el cráneo, en los brazos, espalda y toráx.
Britos había tenido custodia policial en la puerta de su casa por dos ataques a tiros ocurridos en febrero del año pasado, pero esa medida de seguridad había sido levantada hace cinco meses. Se desconocen los motivos de esa decisión.
Fuente: Infobae.
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