Se trata de Alberto Javier Márquez de 41 años, quien cometió el ilícito en septiembre del año pasado. La sentencia fue resuelta por unanimidad en el marco de un juicio oral que finalizó esta mañana en los tribunales de la ciudad de Santa Fe.
Un hombre de 41 años fue condenado hoy en la provincia de Santa Fe a la pena de 15 años de prisión por el intento de femicidio de su expareja y madre de sus siete hijos, a quien apuñaló en el pecho en la localidad de Barrancas en septiembre del año pasado, informaron voceros judiciales.
La condena recayó en Alberto Javier Márquez (41) y fue resuelta por unanimidad por el tribunal que integraron Rosana Carrara, Nicolás Falkenberg y Luis Octavio Silva, en el marco de un juicio oral que concluyó hoy en los tribunales de la ciudad de Santa Fe.
Márquez fue condenado como autor de “tentativa de homicidio calificado, porque tenía una relación de pareja con la víctima y porque el ataque fue perpetrado por un hombre contra una mujer mediando violencia de género”.
El fiscal Marcelo Nessier, quien investigó el caso por el Ministerio Público de la Acusación (MPA), consideró que “se hizo justicia para la víctima”, al tiempo que valoró la decisión del tribunal como “muy importante”.
“Contribuye a derribar estereotipos de género y al cambio cultural al cual estamos obligados todos los operadores de la justicia”, agregó Nessier.
El fiscal indicó que “los 15 años de prisión que deberá cumplir Márquez representan el monto máximo que establece el Código Penal para la tentativa de femicidio”.
El ataque ocurrió el 18 de septiembre del año pasado en inmediaciones de calle Paganini, en la localidad de Barrancas, cuando Márquez apuñaló en el pecho a la mujer con la que convivió durante 20 años y tuvo siete hijos.
“La víctima recibió asistencia de los vecinos, quienes le comprimieron la herida y le realizaron maniobras que fueron fundamentales para salvarle la vida”, dijo Nessier, quien añadió que pudo recuperarse tras ser asistida en el hospital José María Cullen de Santa Fe.
El agresor fue detenido poco después con las ropas ensangrentadas y tenía en su poder el cuchillo que utilizó para apuñalar a la mujer.
“Para atacar a la víctima, el condenado impuso su superioridad física”, agregó el fiscal, quien específico que “la mujer venía siendo sometida desde hacía años a una relación violenta y caracterizada por los celos que atentaban contra su libertad, su dignidad y su integridad”.
Al momento de cometer la tentativa de femicidio, estaba vigente una medida de distancia dispuesta judicialmente, que le prohibía a Márquez acercarse a menos de 300 metros de la víctima, por lo que también fue condenado por desobediencia de un mandato judicial.
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